
No desean un mundo uniforme sino múltiple: múltiple en las etnias, lenguas y costumbres; múltiple en las creencias, el ateísmo y la religiosidad.
Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes, ni se sienten representantes ni jefes de nadie.
El mundo, más que en otros momentos está necesitando al Humanismo
Quiero destacar la necesidad de la acción humanista, porque sucede que los acontecimientos están marcando un desborde de la violencia en todos los campos y un deterioro de toda referencia en los individuos y los pueblos, … que el Humanismo Universalista tiene hoy la posibilidad de crear conciencia y acción no violenta y constituirse en referencia para amplios sectores de la población mundial.
Es forzoso comprender el sentido de la acción y no aceptar el fárrago de consignas vacías que pueblan los medios de difusión.
Las poblaciones van sintiendo la frustración del futuro y desconfían cada vez más de toda propuesta que vaya más allá de la inmediatez. Todo esto va acompañado de la disolución de estructuras que hasta hace poco tiempo eran referenciales.
Pero entre las aspiraciones humanistas y las realidades del mundo de hoy, se ha levantado un muro. Ha llegado pues, el momento de derribarlo. Para ello es necesario la unión de todos los humanistas del mundo".